La dieta es de vital importancia en todas las etapas de la vida, desde la niñez hasta la tercera edad. Junto con la buena hidratación, mantendrá al organismo en óptimas condiciones y permitirá reducir el padecimiento de Enfermedades no Transmisibles (ENT), como la diabetes, el cáncer y las enfermedades coronarias.
Una dieta saludable es aquella que presenta una gran variedad de nutrientes esenciales para el organismo. El consumo de frutas y verduras, de manera diaria, otorga la posibilidad de que ingresen a las células las vitaminas y minerales necesarios para lograr un perfecto equilibrio y mantener un estado de bienestar a corto y largo plazo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los cambios a nivel global hicieron que se modifiquen los hábitos de vida y la forma de alimentarse debido a la superproducción de alimentos procesados, ricos en azúcares, sodio y calorías vacías. Evitar los alimentos hipercalóricos, las grasas saturadas o transgénicas, los azúcares libres y la sal o sodio es fundamental para preservar la salud en óptimas condiciones.
¿Cuál es la mejor forma de alimentarse?
La OMS realizó un informe, recopilando la información obtenida en las diferentes convenciones realizadas en Ginebra, que resume todos los valores que debe tener una dieta equilibrada de la siguiente manera:
Para lograr una dieta saludable se deberá reducir el consumo de azúcares libres a valores menores del 10% de la ingesta calórica total. No obstante, para obtener mayores beneficios lo ideal es que el consumo diario se reduzca a menos del 5% de la ingesta calórica total. Dato recopilado de una Serie de Informes Técnicos de la OMS, Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas: informe de una consulta conjunta de expertos OMS / FAO, llevados a cabo en Ginebra por la Organización Mundial de la Salud en el año 2003.
Una dieta saludable es la que incluye verduras, frutas, legumbres, frutos secos y también cereales integrales, como el maíz, avena, trigo o arroz moreno no procesado. Las medidas correctas son las que presentan al menos cinco porciones o sea 400 g de frutas y hortalizas al día, exceptuando las batatas, mandioca, papas y otros tubérculos feculentos.
La ingesta calórica diaria procedente de grasas debería ser menor al 30%. Las grasas trans producidas industrialmente no se deberían consumir pues no forman parte de una dieta saludable.
El sodio necesario es menor a los 5 gramos al día, lo que equivale a aproximadamente una cucharadita diaria. La OMS recomienda que la sal debería ser yodada. Dato obtenido por la convención realizada en Ginebra, en el año 2012, por la Organización Mundial de la Salud denominada Pauta: ingesta de sodio para adultos y niños.
Se debe considerar que los principios básicos de una alimentación saludable siempre son los mismos, pero se deberá tener en cuenta su composición a partir de cada individuo en particular. De este modo, se encuentra determinada por las características de cada persona, edad, sexo, grado de actividad física y hábitos de vida; el contexto cultural, los hábitos alimenticios y el acceso a los alimentos.