Ya se acaba el verano, época en la que los médicos suelen recomendar beber aunque no se tenga sed. Pero incluso en el resto del año, la hidratación constante es clave para la salud, especialmente cuando practicas deporte. Reponer los líquidos perdidos del cuerpo mejora tu rendimiento en cualquier actividad. ¿Quieres conocer la importancia de mantenerte hidratado/a durante tu entrenamiento?
Mantente hidratado mientras haces ejercicio
Porque somos agua. Más de 2/3 de tu peso corporal es agua; el 85 % de tu sangre está compuesta por agua, ¡el 80 % de los músculos es agua!, y hasta una cuarta parte de los huesos también. El nivel adecuado de agua en el cuerpo permite que se produzcan reacciones químicas vitales y que los nutrientes se transporten a órganos y tejidos.
Perdemos agua cuando orinamos, sudamos o respiramos y, esta pérdida se acentúa aún más cuando hacemos ejercicio. No importa si salimos a correr, entrenamos en el gimnasio o si jugamos al tenis, cualquier actividad física requiere reponer el agua del cuerpo. Recuerda que cuando pierdes agua también pierdes minerales importantes para tu organismo como las sales de sodio. Para devolver tu cuerpo a su estado normal y sentirte con más energía puedes utilizar las bebidas con electrolitos sin azúcar.
¿Cuánto debes beber al día?
La recomendación habitual es de unos dos litros. Lo que vienen siendo unos ocho vasos diarios. Además, deberías complementar la ingesta de agua con la que contienen los alimentos de tu dieta. Por ejemplo, incluye frutas, pues estas son ricas en agua.
Consejos y recomendaciones para beber durante el ejercicio
- Recuerda que en una sesión intensa de ejercicio puedes llegar a perder incluso dos litros de agua por hora. Así que debes beber más de la cantidad recomendada para reponer tus fluidos y sales.
- Ten en cuenta que no todos sudamos en la misma cantidad. Aquellos atletas que suden más deberían beber más agua. La cantidad de agua ideal por sesión de ejercicio suele ser de unos 120 a 150 ml cada 10 o 15 minutos.
- El agua fresquita sienta mejor para el deporte y ayuda a bajar la temperatura de tu cuerpo.
- Es mejor beber antes de tener la sensación de sed. Cuando tenemos sed ya es demasiado tarde. Bebe antes, durante y después de entrenar y no esperes a tener sed para hidratarte.
- Si la sesión de ejercicio es larga (más de una hora y media), además de hidratarte es conveniente que comas un plátano o un puñado de frutos secos para reponer energías. En este caso, el agua enriquecida con electrolitos también ayuda bastante.
El agua natural y enriquecida con electrolitos se puede adquirir de sitios como rawsuperdrink.com, donde además tienen varios sabores.
¿Cómo saber si estás deshidratado?
El síntoma más evidente de deshidratación es tener sed; de ahí lo que hemos comentado sobre que es mejor beber antes de que la sed llegue. Además, la deshidratación provoca dolor de cabeza, sensación de cansancio y estreñimiento. Otra forma de saberlo es mirar el color de la orina. Si tiene un color oscuro podrías estar sufriendo deshidratación.
¡Tampoco abuses del agua!
Hemos dicho que perder demasiada agua del cuerpo puede reducir los minerales necesarios para mantener nuestras funciones vitales. Pues bien, beber agua en exceso también puede disolver las sales corporales dando lugar a un fenómeno que se conoce como hiponatremia. Es tan grave que puedes sufrir desorientación, falta de coordinación, dolores de cabeza y calambres, entre otras afecciones complicaciones mayores.
Beber agua favorece la recuperación de tus músculos y de tu organismo en general. Mejora el rendimiento durante el ejercicio, así que nunca te olvides de llevar una botella con capacidad suficiente para cada sesión. Y es aún más beneficiosa si se toma agua cargada con electrolitos, que además de hidratarnos, nos aporta las sales minerales que perdemos con la actividad intensa.
